En nuestro taller, trabajamos con dos categorías principales de esmaltes que dan vida a nuestras piezas cerámicas. Cada uno de estos esmaltes ha sido cuidadosamente seleccionado y formulado para ofrecer resultados únicos y personalizados, lo que permite que cada creación sea especial, con su propio carácter y estilo.

Esmaltes Lisos: Los que siguen la tradición de los esmaltes comerciales más conocidos. Son esmaltes que, al aplicarlos, ofrecen una cobertura uniforme y pareja, sin mayor variación en el tono. Este tipo de esmalte crea una superficie lisa y brillante, con colores vibrantes o suaves que resaltan de manera sencilla, pero elegante. No presentan alteraciones en la tonalidad ni efectos visibles de aplicación. Este tipo de esmalte es ideal para piezas que buscan una estética más clásica o moderna, pero sin perder la sencillez y la sobriedad. Son perfectos para quienes desean resaltar la forma de la pieza sin que el esmalte desvíe la atención de la estructura principal. La aplicación de estos esmaltes es relativamente sencilla, pero es necesario un control preciso para asegurar que la cobertura sea totalmente homogénea y uniforme. 

Esmaltes Casa Maria: Nuestros esmaltes especiales son los que agregan siempre un toque de originalidad y creatividad a las piezas. Estos esmaltes han sido desarrollados con técnicas y fórmulas propias, lo que les permite crear efectos visuales espectaculares. Ideales para quienes buscan dar un toque único a sus espacios y perfectos para los que buscan un acabado más orgánico y natural. Dentro de esta categoría, encontramos varios efectos que pueden transformar completamente la apariencia de una pieza: Traslúcidos, con efecto de chorreado, difuminado, glossy.

Cada pieza con este esmalte tiene un carácter propio, ya que todo es impredecible y cada aplicación resulta en un patrón único.